Me llamo Belkis Patricia Herrera Celaya. Tengo 33 años y nací en Nicaragua. Mi pueblo se llama Somoto y está en la provincia de Madriz.
Vine a vivir a Goizueta en marzo del 2006, con el que ahora es mi marido. Tengo una hija y un hijo. Al principio se me hizo duro. No conocía el euskera y me sentía fuera de lugar. Pero hoy por hoy me siento muy integrada en Goizueta; me siento una más. Y en eso me ha ayudado cambiar de actitud. Entendí que todos hablan euskera porque es su idioma, y no para desplazarme a mi.
El euskera, en un principio se me hizo extraño; desconocido. Pero conforme he conocido el idioma, me parece muy interesante. Mis hijos lo hablan y mi marido también. Y yo lo intento. Entiendo casi todo, pero no puedo llevar una conversación fluida. Me esfuerzo para aprender, e intento mejorar día a día con los niños.
Mis hijos tienen dos culturas y dos idiomas, y me parece que es muy enriquecedor. Y el euskera también lo es. Es un idioma muy antiguo, y aún se mantiene. Eso es muy bonito y hay que apreciarlo. En Goizueta están muy orgullosos de su idioma, y yo lo respeto mucho. Son sus raices y hay que valorar. Este idioma, esta cultura, hay que enseñarla a los niños para que no se pierda.